Protestan por muerte de gomero a manos de un policía

PUERTO PLATA.- Una candente protesta fue realizada en la avenida Presidente Caamaño en el sector La Javilla de esta ciudad, cuando ciudadanos indignados exigían justicia por la muerte del gomero Gabriel Alexander Peña quien fue asesinado de un tiro en la cara por un raso de la Policía Nacional.

Los residentes en esos predios reaccionaron iracundos luego de que el raso de la Policía Nacional Ezequiel Molina González le segó la vida de una balazo en la cabeza al joven Gabriel Alexander Peña de 21 años de edad, quien según las versiones al momento de disparar su arma de reglamento era perseguido por un perro rabioso que intento morderlo mientras este se desplazaba a bordo de una motocicleta por lo que intentó repeler el asedio del animal impactando al joven que murió de inmediato.

La víctima Gabriel Alexander Peña quien laboraba como gomero en el sector La Javilla, falleció mientras recibía atenciones médicas en el hospital Ricardo Limardo donde se certificó que su muerte fue provocada por una hemorragia a causa de una herida causado por un proyectil de arma de fuego en el pómulo derecho de su cara con orificio de entrada sin salida.

En tanto que el raso policial Molina González, tras cometer el hecho salió huyendo hacia Santiago donde supuestamente se entregó en la Dirección Regional Cibao Central de la Policía Nacional, desde donde será trasladado a Puerto Plata para ser procesado ante los tribunales de justicia ya que es sindicado como el autor de este hecho de sangre donde perdió la vida el joven de 21 años de edad quien fue baleado  en el sector la Javilla de esta ciudad.

Se informó que los familiares y amigos del joven asesinado por el alistado policial bloquearon la avenida Presidente Caamaño donde incendiaron  neumáticos que por varios minutos interrumpieron el tránsito vehicular y exigían justicia por la muerte de Gabriel Alexander Pena, por lo que fue preciso enviar al lugar un contingentes de agentes de la Policía Nacional quienes con bombas lacrimógenas y armas largas en las manos pudieron instaurar nuevamente el orden en ese lugar.